El riesgo de vida de estar internado en el Hospital Perrando

Oct 01, 2019 administrador Locales 0

A INFOQOM llegó un relato estremecedor, duro y muy triste. “Eduardo tuvo un accidente de moto en la ruta 16, a las 4 de la mañana y hace 15 días que está en terapia intensiva del Hospital Perrando” detalla una de las hermanas de Espinoza. Y a la par de que su estado de salud es muy grave, el lugar donde debería estar recuperándose, es hoy un cascarón vacío, sin insumos, ni médicos que les den respuestas, enfermeros o medicamentos. Los aires acondicionados no funcionan y la lista de contras es tan mala, como la salud del joven.

Eduardo Espinoza, es de Resistencia y el pasado 14 de septiembre tuvo un accidente gravísimo, y su hermana detalla “los médicos que lo recibieron le diagnosticaron traumatismo encefalocraneano grave, con fractura y hundimiento frontal izquierdo, fractura esfinotemporal izquierdo de macizo facial, contusiones pulmonares. Hasta la fecha mi hermano no despierta, está con respirador, hace una semana lo indujeron a coma farmacológico”.

Sus familiares explican una realidad tan cruda, como la agonía que viven a diario “no hay enfermeros, la Terapia Intensiva está sucia, al punto que nosotros, al ingresar, estamos en contacto con residuos patológicos. Tan grave es la situación, que aún debemos llevar sábanas y productos de higiene para asearlo”.

El calor y el dolor

Como si fuera poco todo lo que relata la Familia Espinoza, llegaron los días de calor a nuestra región y llegaron más problemas, los aires, como ya mencionamos, no funcionan, hoy martes al mediodía los familiares de todos los pacientes internados en terapia vivieron una escena terrorífica, las ventanas UTI abiertas “ventilando” el lugar, ingresando hacia los internados el calor y la tierra que acarrea el viento norte de estos días.

“Los pacientes cuando ingresamos hoy estaban todos con fiebre, transpirando, en un determinado momento comenzaron a sonar los aparatos de urgencia todos juntos, nos sacan de la terapia a todos los familiares y nos dicen que no van a dar médico, los enfermeros corrían de paciente en paciente para ver a quien atendían primero, lo más grave es que a mi hermano lo bañaron para bajarle la fiebre y se olvidaron de conectarle los aparatos, parece un chiste todo lo que vivimos”, expresa Mariana, una de las personas que se presentó a la seccional policial ubicada en el nosocomio y radicó una denuncia por abandono de persona.

Paro de actividades, riesgo de salud

“El 25 de septiembre nos dijeron que le realizaron una resonancia magnética para saber acerca de su estado de salud. Ese mismo día, autoricé una orden para realizarle una traqueotomía. Al día siguiente se me acercó a un médico y pregunté por qué no se le realizó la práctica médica para la cual había firmado, a lo que el doctor me contestó que mandaron los materiales a esterilizar, pero el sector de esterilización está de paro” detalla la familia del joven y el dolor que están viviendo en carne propia.

Con angustia, explican que llama mucho la atención recibir todos los días el parte médico de manos de diferentes doctores, cada uno de ellos explicando algo que otro no había dicho. “Con respecto a la resonancia, nunca supimos que sucedió, primero nos dijeron que están de paro los que imprimen los informes. Luego que no hay especialistas que lean ese estudio. Seguimos esperando que alguien lea el estudio y nos dé un diagnóstico. Los médicos nos dijeron que si esta semana no hay respuesta, vamos a tener que buscar y pagar nosotros un especialista para que mire el estudio y nos diga cuán grande es el daño que tiene”.

“Pasan los días y siguen las complicaciones, el 27 de septiembre nos informaron que mi hermano presentaba un cuadro de meningitis bacteriana, y que los resultados también iban a demorar porque están de paro” detallan.

“Sabemos y estamos conscientes que hay personas que despiertan a la semana, al mes, al año o nunca. Nos consta que le pueden quedar secuelas o en estado vegetativo. Pero nos da mucha impotencia que nos digan que no hay analgésicos, remedios ni insumos. Los aires acondicionados no funcionan, el lugar está sucio permanentemente. Lo que vivimos con mi hermano, no se lo deseamos a nadie”.

Eduardo y su familia viven una pesadilla por el estado de salud del joven, pero además sienten como marca de fuego en su piel, la desidia y el abandono de un Estado que no se ocupa de la salud pública, de un nosocomio que no da abasto con la demanda, un hospital de cabecera donde los que deberían ocuparse, perdieron la cabeza.

Lo cierto es que las situaciones que viven los familiares de Espinoza, angustia e indigna a todos, y no son los únicos.

Éste es un lamentable caso testigo de los muchos que se cuentan desde hace tiempo. Existe un estado de abandono en el que se encuentra el nosocomio más importante de la región, un centro asistencial de cabecera, donde falta absolutamente todo, donde o está cerrado, no funciona o no sirve y siguen los anuncios importantes, pero las respuestas, no llegan o ya no importan, porque si llegan tarde, es como si no hubieran llegado.