Joaquín Sabina, que este miércoles sufrió una aparatosa caída desde dos metros de altura del escenario del WiZink Center al foso se encuentra ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Ruber Mirasierra con un hematoma intracraneal provocado por un golpe en la cabeza. Los médicos que atienden al artista andaluz han decidido intervenirle quirúrgicamente de urgencia pese a que es un enfermo de alto riesgo, ya que hace 19 años sufrió un ictus.
Parecía que todo había quedado en un susto. Pero finalmente, la caída de Joaquín Sabina en el día en que cumplía 71 años ha sido más grave de lo que se creyó en un primer momento. El cantante jienense sufrió el accidente sobre las 21.30 horas, cuando apenas se llevaba media hora de concierto. Mientras hablaba y caminaba por el escenario, Joaquín Sabina se precipitó al foso de separación con el público.
Joaquín Sabina fue atendido inmediatamente por los sanitarios que se encontraban en el WiZink Center y unos minutos después volvió al escenario en una silla de ruedas que empujaba por Joan Manuel Serrat. El veterano compositor y músico aseguró que se encontraba bien, pero que un golpe muy doloroso en el hombro le obligaba a irse al hospital y, por lo tanto, cancelar el concierto.
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