Sep 30, 2018 administrador Entretenimiento 0
A Mariano González se lo ve tranquilo, entusiasmado con la película que está terminando (su segundo proyecto de largo luego de Los globos, 2016), hasta se podría decir que se sacó un peso de encima. Sin embargo, cuando comienza la charla y aparecen los recuerdos los músculos se tensan y la mirada se pierde. Y es que Mariano pareciera que todavía no entiende qué pasó con su proyecto de hacer la película de Rodrigo; y claro, si estaban todas las condiciones dadas: elegido por el cuñado del cantante, con la venia de su mujer Patricia Pacheco y de su hijo Ramiro, y avalado por una investigación que lo llevó a Córdoba para hablar con los amigos más íntimos de El potro.
Ocho meses de esfuerzo y una idea clara de cómo contar una historia compleja y muy cercana al sentimiento argentino, de pronto se diluyeron. Una nueva directora, Lorena Muñoz; una nueva guionista Tamara Viñes… y el entusiasmo de dirigir un mega proyecto como la película de Rodrigo terminó. Sin demasiadas explicaciones, sin demasiadas respuestas…
-¿Cómo fue tu llegada al proyecto?
-A principios de 2017 me llamó Marcelo Pacheco, hermano de Patricia y tío de Ramiro. Ya estaban las intenciones de hacer la película de Rodrigo. Nos vimos y me ofreció escribir y empezar a mover el proyecto. De ahí me hizo el contacto con Fernando Blanco, el productor de la película. Me junté con él y empezamos a hablar. Una vez que arreglamos comencé con la investigación.
-Entonces es la familia del Potro la que te elige como guionista. En general la producción arma el equipo de trabajo.
-Eso es lo que hicieron después. Yo empecé a abrir las piezas, a armar de a poco el rompecabezas y que el proyecto se pudiera hacer. Hablaba con el productor y funcionaba como un nexo conector entre las partes.
-¿Cuánto tiempo trabajaste en el proyecto?
-Habré estado entre seis y ocho meses. Todo empezó más tranquilo y después, fue poniéndose más serio.
-¿Cómo fue ese proceso de ocho meses?
-Primero, empecé acá en Buenos Aires. La fui a ver a Patricia Pacheco y hablamos mucho. Ella me dio los contactos de la gente más íntima de Rodrigo, entonces ahí me puse a hablar con ese círculo. Por ejemplo, con Gustavo Urraca Pereyra, uno de sus mejores amigos. Después, viajé a Córdoba y allá me vi con un montón de amigos. También me junté con el representante José Luis Gozalo, con el tío de Rodrigo, con sus primas… Una vez que volví de Córdoba empecé a ver por dónde iba a ir mi historia y comencé a escribir el guión.
-¿Beatriz Olave estaba dispuesta a participar de tu investigación?
-Beatriz, por algún motivo que no recuerdo, justo no estaba cuando yo fui y no la pude ver. Sin embargo, habíamos quedado para vernos en un próximo viaje. Pero eso nunca sucedió porque después ya me había ido del proyecto. En ese momento, también me vi bastate con Gozalo.
-¿Pero Beatriz te había confirmado su participación? Porque ella misma declaró que no quería saber nada con la película porque le hacía mucho daño.
-Nunca me dijo que no. Ella es muy amiga de Urraca y yo estaba trabajando con él. Beatriz me iba a dar la entrevista.
-¿Quién iba a dirigir la película entonces?
-En un principio, yo iba a escribir y dirigir la película de Rodrigo. La idea era que primero la escribiera y luego la dirigiera.
-¿Y Lorena Muñoz?
-Llega cuando se desata el conficto entre la producción y yo. No acordábamos y teníamos divergencias con el libro. Me plantearon que no les gustaba lo que había escrito. Igual, considero que también había un apuro de tiempos. Creo que ya tenían pensado lo de Lorena.
-¿Y si ya tenían pensada a Lorena, por qué no quedaste como guionista?
-No lo sé. Yo tenía que guionar, y una vez concretado eso íbamos a ponernos de acuerdo con el tema dirección aunque ya existía un acuerdo de palabra. Pero como ni siquiera pude terminar las tres versiones que decía mi contrato como guionista nunca pude llegar a hablar seriamente del tema de la dirección.
-¿Qué no gustó de tu historia?
-No lo tengo bien claro, nunca se me especificó bien qué. Me comunicaron algo generalizado, no me dieron una devolución específica como deberían haber hecho. Yo sentí que nunca llegué a desarrollar toda la historia. Buscaron el momento para comunicarme que preferían que otro se hiciera cargo. Ahí percibí que también querían ir a buscar a Lorena para dirigirla.
-¿En qué momento recordás que empezó a gestarse tu salida?
-No me acuerdo la fecha exacta, habrá sido en la segunda mitad de 2017. Ellos no querían que yo me vaya del proyecto, me ofrecían seguir trabajando con todo lo que era la investigación. Finalmente arreglé algunas condiciones antes de mi salida, por ejemplo que se respetara el sueldo que se había firmado. La verdad es que podría haber insistido en hacerla yo, pero me gusta trabajar con gente que quiere trabajar conmigo, y sentirme cómodo.
-Te debés haber sentido muy mal.
-Estuve medio bajón porque era un proyecto muy lindo, pero justo a las dos semanas me confirmaron del INCAAque me daban el crédito para filmar mi segunda película. Ahí repunté.
-¿Sentís que te corrieron de la dirección porque querían que dirigiera Lorena?
-Seguramente ellos preferían trabajar con ella. El potro era una película muy grande y con Gilda le había ido muy bien. Todo es un negocio, es una película de mucho dinero que arriesgan. Hay una parte en la que entiendo también todo lo que sucedió.
-Ellos te querían mantener en el proyecto pero desde otro lugar, ¿por qué no aceptaste?
-Ellos querían que esté en el asesoramiento de guión con toda mi investigación. Es decir, ir colaborando en todo lo que escribieran Lorena y Tamara Viñés (habitual colaboradora de Muñoz y quien figura en los créditos como guionista). Pero a mí ya no me interesaba.
-No entiendo por qué se desencadenó tan rápido tu salida si recién habías entregado la primera versión de las tres del guión. Podías seguir cambiándolo en las entregas sucesivas, aun cuando en la dirección estuviera Lorena.
-Era una película muy grande, había mucha gente invirtiendo, y yo soy un director que venía de una película chica… Quizás fue por eso. Además, cuando entró Lorena al proyecto, ella habrá querido también escribir y dirigir. Ahí la producción tuvo que decidir… Lorena venía con un antecedente como Gilda.
-Si te ofrecían mantenerte como guionista pero no dirigirla, ¿aceptabas?
-Creo que sí.
-¿Qué sucedió con tu guión?
-Nada, mi guión no se utilizó en esta película, igualmente lo tengo registrado. Con Lorena tengo buena relación, de hecho nos juntamos varias veces. Traté de ayudarla desde algún lugar. Ella me dijo que no leyó nada de mi investigación ni de mi guión porque le parecía que no estaba bien y que querían hacer el propio. Igual, por lo que tengo entendido no creo que la nueva versión tenga mucho que ver con lo que yo escribí. Ellos al final ni se juntaron con mucha gente íntima de Rodrigo, eso quedó afuera. No sé tampoco a quiénes vieron allá en Córdoba.
-¿Cómo fueron esos encuentros con Lorena después de tu salida?
-Fue todo re buena onda. Me preguntaban cosas de mi investigación. Eran charlas respecto a cómo había laburado. Les recomendé personas para que vean. Hasta hablé con José Luis Gozalo para que las recibiera. Aunque yo ya había terminado el proyecto, seguí conectando a Lorena con algunas personas que le costaba conseguir.
-¿Por dónde iba la historia en tu guión?
-Mi trabajo se centraba mucho en el círculo de amigos. Obviamente, también estaba el tema de los shows y cosas de la madre y el padre, pero sus amigos íntimos eran la clave porque él los definía como su familia, eran todo para Rodrigo. Además aparecía su costado más generoso, y también su paternidad.
-¿Y sus amores?
-En mi guión la mujer más presente era Patricia. Marixa Balli apenas aparecía en una escena, pero no como protagonista. Después, aparecía Sarita también, otro de los grandes amores de Rodrigo. Yo tenía mucha información de los amigos, de la intimidad y de lo que Rodrigo pensaba de las chicas con las que había estado. Hubo muchas cosas que elegí no poner. Pero como te dije al principio, había mucho de la historia de Rodrigo con Patricia, que es la única mujer que le dio un hijo. Más allá de estar separados y de las idas y vueltas, tuvieron una historia muy apasionada, fuerte y violenta. Me parecía que eso tenía que ser el eje de la historia.
-¿Te quedó la espina de no haber hecho la película?
-Era un proyecto muy grande, distinto a todo lo que venía haciendo, era una ventana como director. Yo no tengo rencor, creo que entiendo por qué me retiraron y está todo bien.
FTE: Cineargentino.net
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